Lejos de aquellos años donde supo ser una biógrafa de renombre, Lee Israel se encuentra en una etapa de decadencia en las que debe ingeniárselas para pagar el alquiler y reunir el dinero para tratar a su gata enferma. Cuando parece que las cosas no pueden empeorar, Lee decide comenzar a falsificar cartas de famosos escritores vendiéndolas como auténticas, dejando así sus problemas económicos detrás. Sin embargo, sus cartas llaman la atención más de lo debido y el FBI inicia una investigación para llegar al fondo de la verdad.
Dorothy Parker, Ernest Hemigway, Humphrey Bogart, Noël Coward, Eugene O’Neill, Edna Ferber, Louise Brooks, Lillian Hellman. ¿Qué tienen en común estos renombrados escritores? Que las cartas de todos ellos fueron falsificadas por Lee Israel.
En sus memorias, Israel admitía que alcanzó su mayor nivel de escritura como falsificadora que como autora propia, algo en lo que la mayoría coincidía observando sus impecables falsificaciones.
Lee falleció en 2014 pero publicó tiempo antes sus memorias donde sostenía no arrepentirse de nada, cuatro años después de su desaparición su biopic llega a la gran pantalla.
"Can You Ever Forgive Me?" recorre la vida ya adulta de la huraña, amarga y alcohólica falsificadora pero nunca juzgándola por sus defectos o mofándose de sus acciones, sino profundizando en dicha amargura y los motivos por los cuales se convierte (para bien o para mal) en una persona de renombre.
Melissa McCarthy realiza una brillante interpretación en la piel de Israel, no deja de explotar su talento para la comedia mediante el ácido humor de la biógrafa, pero también presenta unas aristas dramáticas que muestran un genuino talento. Richard E. Grant la complementa a la perfección como el farsante y carismático Jack Hook con el que forma una dupla deliciosa.
Solitaria, corrosiva, desconsiderada y tan genuina como la propia falsificadora fuera de sus cartas, "Can You Ever Forgive Me?" es un biopic que nos permite conocer a una peculiar artista que no será precisamente recordada por su autenticidad, pero sí por su innegable talento para la falsificación.
9.1/10
