Kay y Arnold son un matrimonio que llevan 30 años de casados. Pero con el paso del tiempo, su relación se ha ido deteriorando y cada vez se van alejando más el uno del otro. Para salvar su matrimonio, ambos deciden asistir una semana a una sesión de asesoramiento intensivo con un reconocido psicólogo con el objetivo de volver a recuperar la magia perdida o finalmente divorciarse.
La película aborda con mucha seriedad y también con algunos golpes de humor (bastante lights) lo que es el deterioro de un matrimonio de 30 años, las razones por las que llegaron a ese punto límite en su relación y principalmente los intentos por salvarlo y tratar de escapar del inevitable divorcio al que se van acercando peligrosamente.
En ese sentido el guión es muy logrado, todo está muy bien abordado y nos encontramos con algunas situaciones clásicas en una situación de este estilo que dotan de credibilidad a la historia.
El único problema que la película tiene y que decepcionará a muchos, es que tanto el póster como el tráiler nos la vende como una comedia divertida donde abundan las situaciones humorísticas y al verla nos encontramos con algo totalmente distinto, con una más que correcta realización pero aún así distinto.
Los momentos cómicos son pocos y cuando aparecen nunca terminan de explotar como podrían haberlo hecho, ese es un detalle que perjudica a la historia en general y le quita la agilidad que una comedia de este estilo necesita.
De todas maneras, así como se puede destacar lo bien encarado que está todo el tema de la crisis matrimonial y la terapia que los protagonistas comienzan para salvar su relación, también hay que decir que Meryl Streep está fantástica como siempre y Tommy Lee Jones se muestra casi a su altura, componiendo ambos personajes con los cuales es posible simpatizar e involucrarnos hasta el final con su relación.
6.3/10
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