1969. Elliot Tiber regresa a su pueblo natal para intentar salvar el hotel que manejan sus padres. Al enterarse de un festival de música que fue prohibido de realizar en una ciudad cercana, Elliot se contacta con los promotores buscando mostrarles el hotel y las tierras donde se podría realizar el concierto. Gracias a la ayuda de sus amigos y sus padres, Elliot logra que el Festival de Woodstock salga adelante reuniendo medio millón de personas que buscan pasar tres días de paz y música.
El Festival de Woodstock es recordado como uno de los eventos musicales más importantes de la historia, donde se reunieron muchos de los cantantes más emblemáticos de esa época para brindar un concierto que duró 3 días y convocó a unas 500 mil personas.
Cumpliéndose 40 años del aniversario del festival, Ang Lee dirigió esta película llamada "Taking Woodstock", donde se encarga de recrear con una notable exactitud esos 3 días de paz y música, haciéndote sentir durante casi 2 horas el espíritu de Woodstock en toda su plenitud.
Y ese es justamente el mayor logro de este film, realmente sentís que estás asistiendo al festival como uno más de esas 500 mil personas. Todo esto es en gran parte gracias a una recreación de época que esta cuidada hasta en los mínimos detalles, la vestimenta hippie, los autos antiguos, las camionetas de colores tan extravagantes, revisando el archivo de imágenes que hay sobre este hecho, se puede comprobar la inmejorable recreación que se logró.
Junto con la ambientación en ese inolvidable 1969, tenemos una banda sonora perfecta y una serie de personajes tan particulares como carismáticos a su manera, donde se destacan Elliot que a través de sus ojos nos introducimos tanto en la organización del concierto como en la posterior fiesta que se desata alrededor, sus excéntricos padres que aportan involuntariamente un par de momentos humorísticos muy efectivos, y por último esa peculiar travesti de nombre Vilma interpretado por un actor "duro" como Liev Schreiber.
Con todos esos elementos disponibles, Ang Lee logra narrar con su estilo tan propio todo el suceso que significó Woodstock para las personas que asistieron, centrándose por destacar esto último y dejando de lado el concierto en sí donde ni siquiera se llega a ver a una banda tocando.
Además de una película completamente lograda a la hora de recrear uno de los festivales musicales más importantes de la historia, "Taking Woodstock" es una oportunidad de sentir en su plenitud esa experiencia inolvidable que fue Woodtock para miles de personas, rememorando esos tres días de paz, música, sexo, drogas y rock and roll como si estuvieras siendo parte de ese suceso.
9.6/10
Hasta hace unos días me enteré de la existencia de esta película y sólo por revisar la filmografía de Ang Lee.
ResponderBorrarEs una gran película, muy realista y llena de amor y paz. Te provoca el deseo de haber vivido esa experiencia. Afortunados quienes pudieron.