Continuando con la historia de la sádica familia Firefly que conocimos en "House Of The 1000 Corpses", Rob Zombie regresa para brindarnos esta secuela que está prácticamente a la altura de su enfermiza predecesora.
Iniciando con un tiroteo al estilo de Bonny y Clyde, la película aborda la posterior huida de dos de los psicópatas (Baby y Ottis), quienes dejan un rastro de horror detrás de ellos al torturar y asesinar a todo aquel que se cruce en su camino.
Por el otro lado tenemos al hermano del comisario de la anterior, quien no tiene nada que envidiarles a ellos y -justificado por una venganza con citas bíblicas- está dispuesto a utilizar sus mismos métodos para capturarlos.
Manteniendo su estética tan propia que crea una constante atmósfera malsana, Zombie logra algo realmente curioso con este film: lograr que el espectador sienta empatía por los asesinos al mostrar, aunque parezca incoherente de decir, su lado humano, todo pese a que jamás se arrepienten de lo que hacen y continúan jactándose de sus crímenes.
Cerrando la historia de la desquiciada familia con un apoteósico final acompañado de una banda sonora ideal para dicho momento, "The Devil's Rejects" es una lograda secuela que explica con una violenta y contundente historia por qué Rob Zombie se convirtió en uno de los cineastas más destacados del género.
8.0/10
Rob Zombie es el puto amo por películas como esta; ¡larga vida a él y a su cine!
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