Al ser brutalmente asesinado por un pescador y su hija, un gran tiburón blanco regresa de la muerte para vengarse de ellos. Con su fantasma aterrorizando la ciudad, tres jóvenes deberán encontrar la manera de acabar definitivamente con el tiburón.
Alterados genéticamente, con dos cabezas, en Venecia, Japón e incluso volando dentro de tornados. Los tiburones han sido explotados de las maneras más insólitas alguna vez imaginables.
Con semejantes antecedentes, ya no es de extrañar lo que esta propuesta -convenientemente- llamada "Ghost Shark" nos ofrece, aunque no porque no sorprenda no significa que no sea igual o todavía más desquiciado que lo visto en films similares.
Como el título lo indica, esta vez nos encontramos ante un tiburón "luminoso" que vuelve como fantasma luego de su muerte y decidido a vengarse de todos los ciudadanos del pueblo donde fue asesinado, emergiendo incluso de la mínima porción de agua para despedazar a quien tenga a su alcance.
Y si bien esta ridícula idea es relativamente llamativa y nos deja un par de momentos de lo más bizarros, las desastrosas actuaciones, los efectos especiales excesivamente baratos y lo mal que se desarrolla la historia, impiden que "Ghost Shark" sea una absurdez incoherentemente divertida como sí lo son las películas de "Sharknado".
3.7/10
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