La maldición de la casa Winchester (2018)

Sarah Winchester, viuda del creador del rifle de repetición Winchester, se muda a 50 millas de San Francisco convencida de que está maldita por los fallecidos a causa del arma. Creyendo que los espíritus que la persiguen encontrarán la paz en las habitaciones de la mansión, la heredera diseña los planos arquitectónicos y ordena que se construya día y noche sin descanso. Si continúa construyendo vivirá, si se detiene, los fantasmas reclamarán su alma.

Pese a no estar directamente manchada con la sangre de alguna masacre cometida dentro, la mansión Winchester es una de las casas embrujadas más prolíficas de Norteamérica a causa de la fascinante historia sobre su construcción.

Igual de atrayente resulta la biografía de su propietaria, Sarah Winchester. Para muchos una mujer excéntrica, atormentada por el dolor de la pérdida de su hija y su marido, con demasiado dinero en su cuenta bancaria el cual utilizó para desatar su egocentrismo en su mansión.

Para otros, una persona adelantada a su época, inteligente pero atormentada por la depresión, perseguida por los espíritus que el rifle que le daba millonarias ganancias provocó y a los cuales intentó darles un "hogar".

Sea cual haya sido la verdadera Sarah, tanto ella como su casa merecían una película que la dé a conocer al gran público y "Winchester" se encargó de ello.

Es una pena que con tan preciado material entre manos, los hermanos Spirit se hayan volcado por crear una típica cinta de fantasmas, con jump scares forzados y escaso terror.

Helen Mirren no decepciona, nunca lo hace ya que es una intérprete de altísima calidad y su elección para dar vida a la viuda era acertada desde todos los aspectos. ¿Por qué entonces no ahondar en los aspectos psicológicos de la mujer? ¿Por qué no mostrar su conexión con los espíritus sin recurrir a los sustos fáciles?

Si "Winchester" se hubiera diseñado como un thriller psicológico antes que como una película de terror trillada el resultado podría haber sido totalmente diferente, lástima que se haya optado por el otro camino.

En los aspectos artísticos el asunto es totalmente distinto: la mansión resulta tan imponente como la original, la ambientación de comienzos de 1900 junto con los vestuarios y escenografías muy cuidadas. Los planos aéreos de la casa con los martillos golpeando de fondo evocan esa sensación opresiva que el resto de los hechos no.

Sirviendo como —superficial— muestrario de la historia detrás de la célebre casa embrujada, "Winchester" es un thriller correcto pero una película de terror que no se diferencia de las tantas de fantasmas similares. Ayuda a difundir ese complejo y a su vez remarcable personaje que fue Sarah Winchester, pero no le hace justicia al desperdiciar la oportunidad de ilustrar con fidelidad a la mayor alma en pena que habitó en la mansión Winchester.

6.3/10