Will Sawyer es contratado para verificar el sistema de seguridad de La Perla, el rascacielos más alto del mundo. Cuando un grupo de hombres armados desata un incendio en el edificio, Will debe enfrentarse a ellos para salvar a su familia mientras las llamas amenazan con consumir todo a su paso.
Tomando un poco de "Infierno en la torre" y bebiendo mucho, demasiado, en exceso de "Duro de matar", obtenemos como resultado este híbrido de las anteriormente mencionadas llamado "Skyscraper".
Que se inspire descaradamente en dichos clásicos podría no ser un problema si al menos se hubiese explotado lo mejor de ellos, el inconveniente con esta superproducción de 125 millones de dólares es que resulta previsible, poco inspirada y repetitiva al mismo tiempo.
Dwayne Johnson reitera el mismo papel que lo mantiene como un generador de millones (el único distintivo es que utiliza una pierna ortopédica), no falla a la hora de encarnar al héroe americano que tanto gusta, pero nunca despierta la simpatía que en sus otras películas sí.
Dentro del apartado visual nos encontramos con las mayores virtudes de "Skyscraper": La Perla en sí misma es delumbrante, el incendio entrega contados (pero existentes) momentos de nerviosismo y esas secuencias donde el director juega con el peligro de la altura aportan una desesperación tan intensa como pasajera.
Si se hubiera aprovechado el contexto de la historia más que el lucimiento de su protagonista tal vez otro sería el resultado, lamentablemente el director prioriza a Johnson imitando a Bruce Willis dentro de una trama que no conduce hacia ningún lado y termina con un extintor que apaga cualquier llamarada de originalidad.
5.6/10
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