Cadáver (2018)

Megan consigue trabajo como guardia de seguridad por las noches en una morgue de la ciudad. Tratando de adaptarse a su nuevo empleo, Megan recibe el cadáver desfigurado de una joven mujer fallecida en misteriosas circunstancias. A partir de ese momento, sucesos extraños se desarrollan en la morgue a causa del cuerpo que se encuentra poseído por un demonio.

Una de las sorpresas del género más interesantes del 2016 fue "The Autopsy of Jane Doe", una sólida película con intriga de sobra y un suspenso impecablemente manejado dentro de un lugar ideal para una historia de terror: la morgue.

Tal vez por haber pasado apenas dos años o por las obvias similitudes que presenta, "The Possession of Hannah Grace" parece una réplica pero carente de las virtudes que destacaban en aquella.

Además de una historia nada original, el mayor problema del film es que utiliza todos y cada uno de los clichés típicos de esta clase de producciones: sustos de imprevisto, ruidos de fondo, personajes poco inteligentes y los síntomas que tantas veces observamos en los exorcismos.

Shay Mitchell es la encargada de llevar adelantes los hechos con una constante sensación de desgana, tiene instantes donde le pone un poco de energía pero Megan resulta tan poco interesante que en nada suma su esfuerzo; el cadáver de Hannah, por otro lado, es por mucho el mejor personaje de la cinta y cuando entra en escena al menos tenemos un par de momentos eficaces.

Sin mucho más para agregar, "The Possession of Hannah Grace" no es un desastre total pero sí una película de terror trillada y previsible que no se diferencia de muchas, quedándose muy lejos de la estimable "The Autopsy of Jane Doe".

5.5/10