Años después de la muerte de su padre, Lucio es capturado por los romanos y obligado a convertirse en un gladiador en la misma arena que Máximo pereció. Potenciado por la furia contra el imperio, Lucio inicia un sangriento camino para derrocar a los tiranos y devolverle la gloria a Roma.
Considerada una obra maestra del cine épico, suceso de taquilla y ganadora de múltiples premios, "Gladiator" se transformó con el correr de los años en una pieza fundamental del cine.
Desembocando en un conmovedor final que cerraba la historia con lágrimas y gloria, nadie pensaba que una secuela podía existir. Nadie a excepción de Ridley Scott...
Y a sus 86 años a 24 del estreno del film original, el director vuelve a ponerse tras las cámaras para dirigir "Gladiator 2".
Muchas con las cosas que podemos decir de esta secuela que probablemente no vaya a gustar a quienes tienen a la original en un pedestal, para ellos el comparativo con aquella será inevitable y esta segunda parte sufrirá su desprecio.
Para quienes (como yo) no hayan idealizado a "Gladiator" y busquen encontrarse con una superproducción visualmente espectacular y llena de entretenimiento, "Gladiator 2" les resultará una experiencia muy disfrutable y digna de ser vivida en la gran pantalla.
Sí, esta secuela es innecesaria (como lo son cientos de continuaciones hollywoodenses que no son ni la mitad de cuestionadas). Sí, esta secuela prescinde de la calidad argumental en beneficio del entretenimiento y sí, llega incluso a ser absurda en muchos momentos.
No obstante, "Gladiator 2" es por sobre todas las cosas un colosal divertimento que ofrece todo lo que una superproducción de este estilo debería y desde los aspectos visuales es impecable.
Su cuidada factura técnica nos entrega muchas peleas donde no se escatima en la violencia, la acción es constante y siempre vibrante, las excentricidades de Scott nos dejan momentos insólitos pero muy vistosos como el Coliseo inundado y lleno de tiburones en beneficio de la recreación de una batalla para los romanos.
Dicha secuencia es la más acertada para hacer un paralelismo con lo que esta secuela pretende brindar, olvídense de las precisiones históricas porque no las van a encontrar, acá lo que se prioriza es el entretenimiento por encima de todo.
Paul Mescal lidera con sobriedad el reparto con la alargada sombra de Russell Crowe encima, claro que su personaje no está a la altura de uno tan emblemático como Máximo, sin embargo, resulta lo suficientemente convincente en la piel de su hijo.
El resto del elenco también cumple destacándose Pedro Pascal pese a lo reducida que resulta su participación, Connie Nielsen como Lucila y especialmente Denzel Washington dando vida al villano que anima la función.
Está claro que "Gladiator 2" no quedará grabada en la historia del cine como su predecesora consiguió y es cierto que a causa de sus escasas ambiciones probablemente no le gustará a quienes aman aquella, pero para todos aquellos que quieran ver un espectáculo visual notable, cargado de peleas, acción y gladiadores en el Coliseo Romano resultará una película de lo más disfrutable.
7.8/10
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