Wolverine: Inmortal (2013)

Al no poder recuperarse de la muerte de Jean Grey, Logan se convierte en un ermitaño que vive aislado en la naturaleza. Cuando una joven japonesa lo contacta para reencontrarse con un viejo amigo que está muriendo, Logan viaja a Tokio para verlo, enfrentándose a ninjas y samuráis para proteger a su nieta que está en grave peligro, mientras también Wolverine debe asumir que la inmortalidad ya no forma parte de él.

Continuando con la carrera cinematográfica del personaje más famoso de los X-Men, Wolverine viaja a Japón para protagonizar su segunda película en solitario.

Situada cronológicamente después de "X-Men: The Last Stand", "The Wolverine" nos muestra a un Logan convertido en un ermitaño al todavía sufrir el dolor por tener que haber asesinado a Jean Grey, que vuelve a la acción luego de que una joven es enviada a buscarla para que la acompañe a Japón a despedirse de un viejo amigo que está muriendo.

Esa es sólo una excusa para que Wolverine esté de vuelta y el siempre rendidor Hugh Jackman se ponga a enfrentarse a nuevos enemigos, donde ahora se incluyen ninjas, samuráis e incluso una desaprovechada villana (Viper) que podría haber sido mucho mejor explotada.

El film también presenta ciertas incoherencias argumentales y en su mitad llega a tener varios minutos donde se siente un cansancio, que afortunadamente es rápidamente disimulado por la acción.

Gracias a esto último, tenemos secuencias tremendas como la pelea arriba del tren bala o la batalla final de Wolverine contra el Samurái de Plata, en ambos casos, se nota la eficaz utilización del alto presupuesto.

Pese a ser la entrega más floja de una saga donde el entretenimiento y la acción están siempre garantizadas, "The Wolverine" es una película que nos trae nuevamente a uno de los superhéroes más famosos del cine, que acá tiene el acierto de trasladarse a Japón para comenzar una nueva lucha (tanto interna como externa).

6.5/10