El director de la polémica "Irreversible" continuó fiel a su controvertido estilo y en 2009 volvió a escandalizar al público con "Enter The Void", un film no apto para personas sensibles que cumple con impactar pero también -por culpa de su exagerada duración- aburre y mucho.
Filmada primeramente desde una perspectiva dramática, la historia nos presenta a Oscar y a Linda, dos hermanos que viven en Tokio y se las arreglan como pueden para sobrevivir, él vende drogas y ella se desnuda en un club nocturno, dos personajes tan complejos como interesantes.
Pero a partir de que Oscar es asesinado por la policía, la película se vuelca hacia lo surrealista y el protagonismo pasa a ser del espíritu del traficante muerto que sigue a su hermana y a la gente que los rodea a todos lados, viendo cosas perturbadoras a través de una galería de colores fascinantes para el ojo humano.
Y aunque la idea es muy original y está filmada con una calidad excelente, todo se vuelve tan aburrido que en vez de impactarte con las imágenes crudas que se muestran, no podés hacer otra cosa que cansarte de ver algo que no deja de ser lo mismo mostrado siempre desde la misma perspectiva que se hace interminable.
De todas maneras, de esos cansinos 155 minutos de duración se pueden destacar un par de momentos muy logrados, la visión catastrófica que se da sobre el mundo de las drogas y varias escenas impactantes que funcionan (la secuencia del aborto).
"Enter The Void" es una película que tiene todos los elementos que la volvieron de culto, muy recomendable para verla por lo menos una vez porque más allá de que es aburrida y se hace interminable, no deja de ser una propuesta de cine experimental con una realización impecable.
5.5/10