El calendario maya predice que en el 2012 se producirá una serie de fenómenos naturales que traerán el fin del mundo. Cuando llega el momento, erupciones volcánicas, tsunamis y demás catástrofes comienzan a suceder en todo el planeta. En medio del desastre, una familia deberá emprender una desesperante travesía para salvarse de una muerte segura.
La predicción de los mayas sobre que en el año 2012 el fin del mundo iba a llegar, desde hace años dio lugar a numerosos debates en todas partes del mundo; por un lado estaban los que desmentían con pruebas científicas que eso iba a pasar, y por el otro los que explotaban la idea generando una falsa expectativa afirmando que había que prepararse para esa inminente destrucción global.
Teniendo en cuenta la controversia mundial que este tema generó, Hollywood no iba a perderse la oportunidad de sacar provecho y en el 2009 contrataron a Roland Emmerich, un director especialista en esta clase de producciones, para dirigir esta espectacular superproducción llamada justamente "2012".
Es cierto que vista hoy en día cuando el 2012 ya terminó hace mucho, la película pierde el impacto inicial de mostrarnos algo que supuestamente estaba por pasar, lo bueno para los productores es que la estrenaron en el 2009 y eso les permitió recaudar la nada despreciable suma de 769 millones de dólares a nivel mundial.
Dejando de lado el marketing enorme que se montó a raíz de algo que nunca pasó, se puede decir que "2012" es un film que cumple con creces al mostrarnos lo que promete, desplegando una serie de efectos especiales de los más espectaculares que se han visto alguna vez.
Hay momentos de una fuerza visual que realmente impactan: las erupciones volcánicas, la caída de los meteoritos o esa impresionante secuencia donde el suelo se abre para literalmente tragarse la tierra y todo lo que este encima de ella, son momentos con los cuales es imposible no sobrecogerse.
El enorme problema de esta película es que -dejando de lado los efectos especiales- no tiene absolutamente nada más para ofrecer, además de su excesiva duración que la hace interminable la historia del padre heroico salvando a sus hijos es de lo más típico que se pudo haber hecho y todos sabemos desde el comienzo cómo va a terminar.
En muchas películas de este estilo es sencillo obviar una historia mala si se salva con otras cosas, y si bien los fenómenos naturales acá atraen la atención y desvían la vista de la carencia argumental, lamentablemente todo se vuelve tan aburrido cuando no hay catástrofes que perjudica notablemente el resultado final.
"2012" es un film deficiente en muchos sentidos de la palabra que se queda lejos de otras producciones de este estilo como "El día después de mañana" que tenía una buena historia donde apoyarse, pero más allá de eso es imposible no recomendársela a todo aquel que disfrute con los films catástrofe ya que ofrece desastres de una enorme espectacularidad visual.
5.9/10
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