
Después de la horrible secuela de 2008 donde se perdía completamente el espíritu de la película original, las expectativas respecto a una tercera parte del clásico de vampiros "The Lost Boys" eran muy bajas.
Sorpresivamente, "Lost Boys:The Thirst" no solo es ampliamente superior a la segunda parte, sino que también es una película de vampiros tan sangrienta como divertida, que podría decirse es la secuela que un clásico del cine de terror de los 80 se merecía.
La historia retoma al personaje de Edgar Frog, interpretado nuevamente por el irreverente Corey Feldman, que aunque sigue siendo un aficionado de los cómics, creció y se transformó junto con su hermano en uno de los caza-vampiros más reconocidos del ambiente.
La idea de recuperar un personaje secundario de la primera parte y convertirlo en el protagonista absoluto del film, es un enorme acierto a la hora de crear un paralelismo con la historia original, el homenaje al tristemente fallecido Corey Haim a través de los flashbacks aporta un toque nostálgico que es de agradecer.

Si bien acá los vampiros tienen una participación secundaria, cuando aparecen se transforman en la presa perfecta para que el caza-vampiros y su particular equipo que lo acompaña, se ponga a cazarlos y nos brinden un par de peleas vibrantes y muchos momentos sangrientos combinados con un eficaz humor bien negro.
"Lost Boys: The Thirst" es una entretenida película de terror, que deja atrás el mal gusto que supuso la segunda parte, rindiendo un cómico y sangriento homenaje al gran clásico de vampiros de los 80.
7.5/10