Brandon es un treintañero que vive en Nueva York y tiene muchos problemas para controlar su vida sexual. Se la pasa todo el día viendo páginas pornográficas y teniendo encuentros furtivos con toda clase de mujeres. Su agitada vida se ve interrumpida cuando su hermana Sissy aparece en su departamento y se instala a vivir ahí, trayéndole a Brandon inesperadas complicaciones.
El sexo es uno de los temas más explotados en el cine, las escenas eróticas y atrevidas que lo retratan siempre resultan efectivas a la hora de condimentar una historia o de generar polémica para promocionar una película.
A pesar de ser uno de los temas más utilizados, el sexo pocas veces se aborda desde un punto de vista tan serio como lo hace esta intimista película llamada "Shame", vergüenza en español, palabra tan significativa que describe perfectamente los sucesos desarrollados en la historia.
"Shame" nos cuenta la historia de Brandon, un empresario exitoso pero con una vida vacía, que hace que su adicción al sexo se vaya convirtiendo día a día en el motor principal de su vida y en una necesidad que lo lleva a pasar viendo páginas pornográficas compulsivamente, tener encuentros esporádicos con diferentes mujeres y masturbarse en cualquier lugar con tal de encontrar un poco de placer momentáneo.
La manera en la que se desarrolla la progresiva autodestrucción a la que Bradon se somete por culpa de su adicción es fascinante, está retratada de una forma tan cruda y realista que impacta, por momentos tanto que se hace difícil no sentir pena por el infierno emocional por el que el protagonista atraviesa.
Michael Fassbender es el principal encargado de que la historia sea tan creíble, su interpretación es una de esas que logran transgredir la pantalla, el momento donde su personaje se da cuenta en lo que su adicción lo convirtió es tremendamente desgarrador y está tan bien representado por este actor que resulta muy movilizante.
También es destacada la actuación de Carey Mulligan en la piel de la hermana rebelde, no sólo canta una versión hermosa de "New York, New York", sino que además es la encargada aportar algunas de las escenas más interesantes y se vuelve fundamental en la trama para que los hechos tomen un emotivo desenlace.
"Shame" es una de las mejores películas dramáticas del 2011 y uno de los relatos más fascinantes de los últimos años respecto al sórdido mundo de la adicción al sexo.
9.4/10
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