Hoffman consigue liberarse de la trampa mortal que Jill le colocó, y con su identidad develada está dispuesto a capturar a la esposa de John Kramer y asesinarla. Por otro lado, Bobby Dagen, un gurú de la autoayuda que dice haber sobrevivido a una de las trampas de Jigsaw, deberá enfrentarse a un mortal juego donde sus afirmaciones serán puestas a prueba.
Con la tan esperada octava entrega confirmada para el 2017, es tiempo de repasar la que -hasta ahora- es la última entrega de una de las sagas más representativas del cine de terror del siglo XXI.
Tras el contundente cierre de "Saw 6", la historia toma nuevamente dos rumbos, el principal enfocado en el enfrentamiento final entre Hoffman y Jill, y el secundario que sigue a un falso gurú de autoayuda secuestrado para enfrentarse a las trampas de Jigsaw.
Con la aparición del emblemático asesino reducida a unos pocos flashbacks de gran importancia pero aún así insuficientes considerando la riqueza de su personaje, lo más interesante viene con la carnicería que Hoffman deja en su búsqueda de Jill, donde demuestra tener la efectividad de Michael Myers asesinando sin piedad incluso fuera de los juegos.
Implementando un innecesario 3D para tratar de comercializar aún más la franquicia, esta séptima parte demuestra la misma solidez de siempre en las trampas e incluso se muestra una mayor crueldad en ellas.
Reduciendo la enfermiza pero consistente filosofía mostrada en las entregas anteriores y apostando mayormente la brutalidad de las muertes, "Saw 3D" es un capítulo que no decepciona ya que tiene (y en cantidades) todos los elementos que hicieron célebres a esta saga que tendrá su revancha con esa octava parte que tanto se hizo desear.
8.4/10
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