Como todos los capítulos iniciales de la serie, "Dragonstone" sirve para ubicar a los personajes de cara a lo que será su papel durante los seis episodios venideros.
Una de las tantas satisfacciones que nos dejó el final de temporada anterior fue el asesinato de Walder Frey en manos de Arya Stark, y es justamente ella quien nuevamente brinda el momento más placentero del capítulo acabando con todos los miembros de la Casa Frey en apenas minutos.
Con su venganza consumada y "El Norte recuerda" grabado con la sangre de sus víctimas, Arya emprende su viaje decidida a cegar la vida de Cersei Lannister, la ahora Reina de los Siete Reinos.
Sentada en el Trono de Hierro pero consciente de la peligrosidad de los enemigos que vienen por ella, la villana demuestra estar dispuesta a todo para mantener la corona, presenta marcadas disidencias con su hermano/amante y deja entrever su posible alianza con quien promete ser el personaje más malvado de la temporada, Euron Greyjoy.
Tal vez el episodio no alcance un nivel de impacto digno de otros inicios, no obstante, nos deja un momento esperado -literalmente- desde hace años (la llegada de Daenerys a su casa), una breve pero trascendental secuencia (la de los Caminantes Blancos avanzando por la tormenta con la incorporación de gigantes al ejército del Rey de la Noche) y la promesa de que estaremos ante una temporada inolvidable.
9.0/10
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