Una de las principales reglas televisivas/cinematográficas es nunca, jamás dejar morir algo que sea exitoso. No importa si la historia está cerrada o si proviene de una novela autoconclusiva, si el éxito acompaña el show debe continuar.
"13 Reasons Why" nos contaba la historia de Hannah Baker a través de los cassettes que ella grabó antes de suicidarse, consiguiendo una visualización de enorme escala para un tema tan delicado y presente en la adolescencia de muchos.
Teniendo en cuenta que los hechos alcanzaban una conclusión y no olvidando la inquebrantable regla que se aplica en estos casos, podemos hacernos una pregunta: ¿Era necesaria una segunda temporada?
Sin pensarlo mucho, la respuesta más adecuada es NO. "13 Reasons Why 2" es innecesaria en líneas generales, el juicio de los padres de Hannah contra la escuela no es más que una excusa para volver a narrar los hechos que ya conocemos, agregar detalles que argumentalmente no tienen lugar y perjudicar el sentido de una serie que instalaba un debate necesario.
¿Es "13 Reasons Why 2" mala? La respuesta nuevamente vuelve a ser NO, esta segunda temporada reúne aquellas cosas que tanto gustaron de su predecesora e independientemente de lo innecesaria que puede resultar, la evolución y el destino de los personajes que conocimos importan y consiguen darle cierta razón a estos 13 episodios.
No es erróneo decir que los primeros capítulos son en sí mismos una involución ya que se vuelven a abrir tramas previamente cerradas para ahondar otra vez en ellas, no obstante, hacia la mitad de la temporada la serie consigue avanzar, dándole —ahora sí— un final definitivo a la historia de Hannah y dejando abierta la puerta a una tercera temporada ya sin ella.
De hecho y centrándonos en el episodio decisivo, previo a los cliffhangers tenemos dos secuencias difíciles de olvidar y que muestran lo mejor y lo más controvertido del show: la emotiva escena del baile con "The Night We Met" sonando de fondo; y el brutal ataque sexual que tiene lugar antes en el baño de la escuela.
Muchos calificarán de gratuita esta última escena y especialmente preparada para generar la polémica que el explícito suicidio de Hannah causó en la anterior, sin embargo, hay ciertas realidades que carecen de la gravedad real por la falta de valentía de quienes no se animan a abordarla, siendo necesarias de mostrar sin filtros para causar conciencia de su terrible significado.
Innecesaria en líneas generales ya que la historia de su protagonista había sido contada en su totalidad anteriormente, la segunda temporada de "13 Reasons Why" cede ante la comercialización con la que inicialmente coqueteaba pero nunca llegaba a abrazar, pierde fuerza su abordaje sobre el suicidio aunque se refuerza el del bullying, los abusos sexuales y las impunidad que el dinero le entrega a quienes los cometen.
Es redundante para con la historia de Hannah, pero finalmente le entrega el final que este ya icónico personaje merecía. Quedará la incógnita si el resto de los personajes consigue sostener la serie en una eventual tercera temporada ya sin su razón de existir presente.
7.0/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario