Dentro de un género donde casi todo ya se ha visto, cada tanto aparece alguna producción que significa una pequeña gran sorpresa y vuelve a poner al cine de acción en lo más alto. "Taken" vendría a ser una de ellas.
Esta película no solo supone una gran sorpresa por la calidad que tiene, y por el éxito que logró en la taquilla garantizando una secuela todavía más exitosa, sino también logra instalar a un actor consagrado como Liam Neeson como un nuevo icono dentro del cine de acción.
Gracias a su tan convincente actuación componiendo a un personaje que no tiene desperdicio, se gana ese título a base de una espectacular búsqueda que incluye adrenalínicas persecuciones, tremendas peleas donde hay violencia de sobra, muchos tiros y muchas más muertes.
Pero además de las logradas escenas de acción, "Taken" tiene de fondo una historia muy interesante que indaga en un lúgubre tema más recurrente de lo que muchos piensan: la trata de personas.
Teniendo en cuenta las personas tan despreciables que hay detrás de este negocio, ver a Liam convertido en una implacable máquina de matar y encargándose de estos mismos resulta todavía más disfrutable.
Lo único por ahí criticable, es que hay un par de exageraciones típicas de ver en una producción de este estilo, pero que por suerte no perjudican casi en nada al resultado conseguido.
"Taken" es una de las películas de acción más efectivas que aparecieron en los últimos años, que gracias a una historia sólida, a sus logradas escenas y a su gran protagonista, se convierte en una propuesta más que recomendable para pasar un rato altamente vibrante.
8.2/10
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