Dos largos años de espera llevó la tan anhelada temporada final de la última tanda de episodios de la serie más exitosa del siglo, aquella que desde 2011 viene rompiendo todos los récords habidos y por haber para hacerse un lugar en la historia donde siempre prevalecerá.
"Game of Thrones" inicia esta octava etapa después de que en el capítulo final de la séptima viéramos como el muro caía al ser derrumbado por el ejército del Rey de la Noche y su nueva mortífera adquisición, Viserion.
"Winterfell" inicia con la llegada de Daenerys y Jon a la casa Stark, donde son aguardados por los norteños que no ven con buenos ojos la llegada de la Madre de los Dragones y sus tropas.
Similar reacción muestra Sansa quien siente desconfianza de ella y se lo demuestra a través de filosos comentarios, pese a dejar en claro luego que confía en Snow más allá de sus dudas.
Este fue un capítulo de reencuentros y entre los más emotivos tenemos el de Arya y Jon que tantos años llevó se reunieran nuevamente; similar emoción despertó cuando el aspirante al Trono se encontró con su hermano Bran.
Sin embargo, la reunión más jugosa tal vez fue la de Sansa y su antes esposo Tyrion, quienes mantuvieron una atrapante conversación donde ella demostró no ser más la inocente joven que fue en el pasado. "Muchos te subestimaron, la mayoría ha muerto ahora" le dice él reconociendo dicho cambio.
Yendo a King's Landing, Cersei recibe a Euron Greyjoy quien vuelve de su viaje con la Compañía Dorada. El arrogante Rey de las Islas de Hierro intenta acercarse a la reina, quien finalmente termina accediendo a un encuentro íntimo con él sellando la alianza cada vez más estrecha entre los villanos.
Mientras su tío está ausente en su barco, Theon aprovecha para asesinar a los aliados de su pariente y rescatar a su hermana Yara, la cual decide regresar a recuperar las Islas de Hierro para recuperarlas alentándolo a él a que vaya a Winterfell a pelear ya que es lo que desea.
De vuelta al Norte, Daenerys invita a Jon a subirse a su otro dragón y ambos emprenden una travesía aérea que parece salida de "Cómo entrenar a tu dragón" y es tan espectacular como el holgado presupuesto de la serie lo permite, aterrizando cerca de una cascada helada donde se besan apasionadamente ante la mirada atenta de Drogon a los Targaryen.
Hablando del ardiente (nunca mejor dicho) apellido, Sam llega para revelarle a Jon la verdad sobre su origen, aunque antes conoce a Daenerys, quien le confiesa hizo incinerar a su padre y hermano por negarse a arrodillarse ante ella.
Pese a la tristeza, Sam le confiesa a Snow que su verdadero nombre es Aegon Targaryen y que es el verdadero heredero al Trono de Hierro, dejando flotando la duda de si Daenerys aceptaría esta realidad cediendo a su corona.
El final de "Winterfell" nos muestra a un forajido llegando al Norte quien no es otro que Jaime Lannister, el cual al final de la séptima temporada marcó un quiebre con Cersei decidiendo pelear contra los muertos antes que seguir en el entramado político que ella pretende mantener.
Jaime llega ante la mirada de Bran Stark quien aguardaba su arribo, el Matareyes se queda pasmado de encontrarse con aquel joven que siendo niño tiró de la torre dejando paralítico de por vida, sin saber de los poderes que ahora posee y siendo intimidado por el mortífero silencio del Cuervo de Tres Ojos.
9.0/10
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