En la cena navideña de este año, un hombre se muestra molesto por no creer en el significado de la Navidad. Dispuesto a mostrarle cómo la festividad representa una fecha para honrar el nacimiento de Jesús, Kirk Cameron reflexionará con él tomando las referencias bíblicas como modelo para demostrarle la importancia de la Navidad.
Acribillada por la crítica, por el público que la calificó como una de las peores películas de la historia, por los mismos cristianos que también la rechazaron y gran ganadora de la 35 edición de los Premios Razzies.
Eso son algunos de los títulos que cosechó esta propaganda religiosa barata, vulgar, sin gracia y absolutamente lamentable llamada "Saving Christmas".
Con una carrera casi inexistente después del final de "Growing Pains", Kirk Cameron se convirtió en una especie de orador cristiano que aparece cada tanto en la televisión norteamericana dando mensajes propagandísticos, o diciendo frases repudiables para aumentar su cobertura mediática.
Esto es exactamente lo que sucede en esta ¿comedia?, durante los 80 insufribles minutos que dura vemos a Cameron presentándose como un ser superior que conoce todas las respuestas a las dudas religiosas y que las impone como si fueran verdades absolutas.
Si escuchar al narcisista actor es un castigo equivalente a una prolongada tortura, ver las representaciones patéticas que se hacen de la Navidad, aguantar al resto de los personajes (tan penosos como él) y padecer ese vomitivo baile final, son motivos suficientes para calificar a "Saving Christmas" no sólo como la peor película del 2014, sino también como una de las peores producciones alguna vez hechas y que nadie que se quiera a sí mismo debería someterse a verla.
1.0/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario