No es común que una película de acción tenga éxito en taquilla (sin la ayuda de China), reciba críticas inmejorables de los profesionales, sea abrazada por los fanáticos de la saga a la que pertenece y calificada como una de las mejores dentro del género en lo que va del siglo.
Menos común es que un film de acción reciba 10 nominaciones a los Oscar (incluyendo a Mejor Película), para luego terminar ganando 6 estatuillas.
"Mad Max: Furia en el camino" consiguió todo lo anteriormente mencionado y más; con semejantes logros y el director de todas las entregas dispuesto a continuar la saga, la lógica indicaría que no tendría que faltar mucho para una nueva secuela del Guerrero del Camino (o al menos el spin-off de Furiosa).
Lamentablemente y lejos de tener austeras noticias sobre la continuación del universo post apocalíptico, el conflicto entre Warner y George Miller no cesa llevando a parar indefinidamente cualquier entrega venidera.
La productora afirma que el director se excedió con el presupuesto de "Furia en el camino", que no respetó el acuerdo contractual que garantizaba que la película sea PG13 y no R como acabó siendo (por suerte).
Por otro lado, el emblemático realizador afirma que Warner le debe 7 millones de dólares, acusándolos también de retrasar la producción pidiendo cortar escenas que luego terminaron agregando.
Triunfe quien triunfe en esta disputa legal, los únicos perdedores son los espectadores quienes se privan de ver la extensión de esta franquicia la cual resurgió en 2015 con una de las películas de acción más aplaudidas del siglo XXI.
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