Arriesgarse a contar una historia a través de dibujos animados es una cuestión muy distinta, Pixar suele ser la productora que lo consigue y su reinado se mantiene gracias a ello, pero tampoco hay que olvidar que la productora forma parte de Disney y la garantía creativa se reafirma con la seguridad financiera que Mickey Mouse siempre brinda.
Atreverse a realizar una película de animación que apunte más allá de los infantes es todo un reto, y el formato stop motion suele ser el más utilizado para narrar estas historias con temáticas más arriesgadas.
"El extraño mundo de Jack", "Coraline y la puerta secreta", "Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales" y "El fantástico Sr. Fox" son sólo algunos ejemplos de lo alto que puede llegar este género utilizando personajes de plastilina.
Centrándonos en la última mencionada, su director Wes Anderson volvió a apostar por el formato este año estrenando otra película la cual está recibiendo aplausos varios y variados.
"Isla de perros" arrancó su carrera comercial en contadas pantallas, extendiéndose a otras de manera paulatina, pero recibiendo el apoyo del público afín al stop motion.
Con poco menos de un mes en cartelera, la película ya lleva recaudados 18.4 millones en Estados Unidos y 8.7 millones en el resto del mundo.
Frente a los bestiales números que "Un jefe en pañales" consiguió el pasado año, pueden parecer cifras ínfimas, pero las virtudes de estas producciones trascienden lo económico y quedan grabadas en las mentes de los espectadores por sus historias arriesgadas, diferentes, que huyen del convencionalismo.
"Isla de perros" todavía tiene muchos países donde estrenarse y en Estados Unidos aún un amplio camino por delante para sumar más millones, sin embargo, sus méritos ya son muchos y el apoyo a esta clase de propuestas es fundamental para que películas así se sigan realizando.
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