Un lugar en silencio (2018)

Los humanos están siendo aniquilados por mortíferas criaturas que los cazan a través de los sonidos. Cuidándose de no emitir ruidos, una familia vive en una aislada casa en el bosque intentando sobrevivir con los monstruos acechándolos.

Silencio: ausencia total de sonidos, tranquilidad, paz, calma, nerviosismo, miedo, abandono, evidente señal de que un terrible acontecimiento está a punto de ocurrir.

Llama la atención que permitiendo tantas interpretaciones haya sido hasta este 2018 cuando el silencio es utilizado como principal componente en una película de terror, representando una experiencia digna de disfrutar (y sufrir) dentro de una sala de cine.

Vamos a clarificar algo: "A Quiet Place" no es un producto que vaya a marcar un antes y un después dentro del género como lo hicieron en otros tiempos los mayores referentes cinematográficos del terror, su efectividad no está en la innovación pese a su impecable utilización del silencio.

Pero lo que sí consigue la película es lo que pocas, escasas logran en la actualidad y que la transforma en una de las producciones más sólidas dentro de su categoría: inquietar.

En apenas 95 minutos de duración, "A Quiet Place" se construye como un ejercicio lleno de tensión y dramatismo en base a la ausencia de sonidos que su argumento plantea, consigue que te involucres con sus protagonistas, sufras por ellos y temas por su destino con tan mortíferas criaturas acechándolos.

Envolviéndose en el silencio y utilizando la soberbia música de Malco Beltrami como su mayor aliada, John Krasinski dirige la historia enfocándose en explotar el miedo dentro del núcleo familiar con situaciones generadas desde la mayor simpleza, que derivan en un auténtico acercamiento al horror.

Los cuatro personajes son creíbles ante todo, se comportan con coherencia considerando el devastador contexto donde tratan de sobrevivir, además de estar interpretados por actores que los hacen creíbles (tanto Emily Blunt como los dos chicos brillan).

También es un acierto mostrar progresivamente el aspecto de las criaturas, enseñando primero las tragedias de las que son capaces para luego mostrarlas en su plenitud, dejando en claro que su peligrosidad y horrendo aspecto son equivalentes.

Llevando al género a lo más alto, "A Quiet Place" es una película de terror destinada a quedar entre las mejores de los últimos tiempos, un ejercicio de tensión que hace del silencio un elemento capaz de generar, representar y explotar el miedo en su máximo exponente.

9.8/10