Con John Kramer muerto, el detective Mark Hoffman es el encargado de continuar con el legado de Jigsaw. Mientras se desarrolla un nuevo juego macabro, Hoffman deberá enfrentarse al agente Peter Strahm que le sigue los pasos de cerca y está a punto de descubrirlo.
Antes de que en 2009 "Paranormal Activity" le quite el título de ser la franquicia de terror del momento, "Saw" continuaba en su máximo pico de popularidad y en 2008 se estrenó su quinta entrega.
Después de tres películas brutales que conformaban una trilogía perfecta, la cuarta parte había bajado levemente el nivel, pero gracias a la extrema brutalidad y a la constante intriga tan características de la saga, se consolidaba como una secuela más que sólida.
Con "Saw 5" la franquicia finalmente comienza a mostrar signos de agotamiento, y aunque lejos está de ser mala es ampliamente la entrega más floja de estas cinco entregas.
Como en todas sus pares, las trampas elaboradas no faltan y se complementan con unas muertes sangrientas que siguen siendo la carta más fuerte con la que "Saw" cuenta.
El tema es que gran parte de la película está dedicada a explicar cómo Hoffman llegó a tomar el lugar de Jigsaw, y a pesar de que tenemos flashbacks reveladores que sirven para despejar dudas de las anteriores secuelas, por momentos se pierde el ritmo adrenalínico que la saga tiene.
Considerablemente inferior a las cuatro entregas anteriores pero notablemente superior a casi cualquier quinta entrega similar, "Saw 5" podría definirse como un pequeño tropezón que nunca llega a ser caída, dentro de la conformación de una de las sagas más importantes de los últimos años.
7.4/10
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