Consolidado gracias a "Sexto sentido" y "Señales" como uno de los directores más exitosos de comienzos del siglo, M. Night Shyamalan presentó en 2004 una de sus películas más aplaudida y denostada por igual, "The Village".
Sus acérrimos defensores la calificaron de ser una obra maestra rotunda, sorpresiva y original, que lograba contar una historia metafórica con un valioso mensaje en su interior. Por otro lado, sus detractores la describieron en su mayoría como un pretencioso engaño que finge ser algo que no es.
Personalmente, si bien no estoy completamente de acuerdo con ninguna de esas dos visiones, si tuviera que elegir alguna sin dudas sería la segunda, porque aunque rescato la originalidad del film, la habilidad de su director para crear una intriga duradera y su capacidad para sorprender en el final, no deja de parecerme una película engañosa que lejos está de ser lo que me esperaba ver.
Asumiendo que no pertenece ni por casualidad al género del terror, se puede definir a "The Village" como un thriller enigmático que tiene secuencias atrapantes dignas de su director, pero que no alcanzan para consolidarla como un producto sólido y, contrariamente, se derrite paulatinamente con las explicaciones poco convincentes que se van dando.
Sin mucho más para agregar, "The Village" es un film cuya palabra más adecuada para describirlo (tanto para bien como para mal) es engaño, y al igual que en la historia, cada uno puede elegir una vez terminado el misterio si pertenecer a los que lo defienden o a los que lo atacan, o permanecer en un espacio neutro aceptando las tantas fallas como los varios aciertos que tiene.
5.7/10
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