Bruce Robertson es un detective admirado por la comunidad y querido por sus compañeros de trabajo. Pero detrás de su imagen ejemplar, Bruce es en realidad un descontrolado pervertido, alcohólico, adicto a las drogas y fanático del sexo duro. Cuando un joven es asesinado por una pandilla, la oportunidad para lograr el ascenso que tanto desea se presenta para Bruce, y estará dispuesto a hacer lo que sea para lograr el puesto.
Naciendo a partir de una novela que -según dicen los que la leyeron- es todavía más retorcida, "Filth" es una película cuyas mejores palabras para definirla son: demente e hilarante.
Contada a través de Bruce Robertson, un policía alcohólico, drogadicto, sexópata, racista y completamente corrupto, "Filth" es un desquiciado viaje a la parte más retorcida del ser humano, pero desde una perspectiva totalmente desopilante.
Esto es gracias a la utilización de un exquisito humor negro que genera situaciones políticamente incorrectas e incluso chocantes en varios aspectos, con las cuales se hará difícil no reírse intensamente.
Párrafo aparte merece la actuación de James McAvoy, quien está insuperable interpretando al -nunca mejor definido- sucio policía que da nombre al título del film, y al que vemos creando, entrando y saliendo de toda clase de situaciones insólitas, donde cae bien parado gracias a su consciente/inconsciente bipolaridad que -de alguna u otra manera- siempre lo termina ayudando.
Desquiciada y extremadamente divertida en todo el sentido de la palabra, "Filth" es una película complicada de apreciar considerando el nivel de incorrectividad que presenta, pero para el que lo logre se encontrará con una comedia negra indispensable de recomendar.
8.9/10
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