Un destructivo monstruo castiga a Japón arrasando con todo lo que está en su camino. La poderosa criatura llamada Godzilla amenaza con destruir Tokio, por lo que las autoridades japoneses deberán idear un plan para detenerlo.
Así como el Godzilla hollywoodense tuvo su reboot en 2014, en el 2016 el kaiju japonés también consiguió un nuevo inicio a través de "Shin Godzilla".
Lejos del entusiasmo que muchos sintieron por esta versión nipona, encontré a este reinicio del icónico monstruo poco inspirado y más aburrido de lo que a una producción de este estilo se le puede permitir.
El enfoque de la historia es el gran problema: no está mal que se le intente dar un nuevo nacimiento a Godzilla viendo cómo evoluciona, lo malo es que entre cada evolución haya que aguantar soporíferas conversaciones políticas que no llevan a nada.
Por el lado de los efectos especiales, obviamente que no se puede esperar la espectacularidad de una superproducción de 200 millones como la versión norteamericana, por lo tanto se pueden rescatar varias secuencias de desastre construidas con solidez, aunque el diseño del monstruo es cuanto menos cuestionable.
"Shin Godzilla" es un reinicio que no está a la altura de muchas de las películas originales del lagarto radioactivo, las cuales son mucho más recomendables que este amargo reboot.
5.2/10
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