El tercer capítulo de la séptima temporada de "Game Of Thrones" tiene como principal eje a la -cada ves más sádica- Reina de los Siete Reinos, pero también nos entrega el encuentro más esperado y la triunfante muerte de un personaje memorable.
Luego de años y años de espera, "The Queen's Justice" arranca con la llegada de Jon Snow a Dragonstone para reunirse con Daenerys Targaryen.
Ninguno de los dos llegó a su posición cediendo ante amenazas o falsas promesas, por lo tanto, no sorprende la tensión entre ambos al sostener cada uno su postura sin dar el brazo a torcer.
Afortunadamente para ambos, hay un tercer eslabón que funciona como mediador y Tyrion Lannister consigue que el Rey del Norte y la Madre de los Dragones lleguen a un acuerdo permitiéndole a Snow buscar el vidriagón para la futura batalla contra el Rey de la Noche.
Sin rastros de Arya en este episodio, el reencuentro Stark fue entre Sansa y Bran, quien convertido en el Cuervo de Tres Ojos llegó a Winterfell. La gran incógnita será si Bran se encontrará con Jon para revelarle el secreto que descubrimos en el final de la sexta temporada donde se nos reveló que el bastardo es un Targaryen.
Pero como mencioné anteriormente, la gran protagonista del capítulo fue Cersei, el título "The Queen's Justice" ya dejaba entrever que estaría relacionado al regalo que Euron Greyjoy capturó en la sangrienta batalla en el mar.
Y efectivamente, Ellaria Sand y su hija fueron entregadas a la malvada Lannister, quien pasó noches sin dormir pensando en cuál sería el castigo más "justo" para la asesina de su hija, determinando que envenenar a Tyene frente a su madre y dejarla encadenada hasta que el cadáver de la Serpiente de Arena se pudra ante sus ojos, sería la "justicia" aplicada sobre la ex soberana de Dorne.
Disfrutando la impunidad que el poder le brinda, Cersei ya no esconde la relación incestuosa que lleva con su hermano, y tiene un breve encuentro con una de las autoridades del Banco de Hierro donde demuestra todo lo que aprendió del padre y promete pagar la deuda que tiene con ellos para garantizar su apoyo en la guerra.
Esto nos lleva hacia el desenlace del episodio, donde vemos a los Inmaculados de Daenerys masacrando a los soldados Lannister para tomar con una inesperada facilidad Casterly Rock.
¿A qué viene la sencillez de la tarea? A que Jaime Lannister movilizó a la mayor parte del ejército hacia Highgarden, acabando con los soldados del reino y yendo por la última Tyrell con vida.
Aceptando su sentencia de muerte con la cabeza en alto, Olenna bebe la copa de vino envenenado tratando de abrirle los ojos a Jaime sobre la peligrosidad de su hermana, aunque al hacer caso omiso a sus palabras, la Reina de las Espinas se despide del mundo confesándole que fue ella quien asesinó a Joffrey Baratheon, dejándole en claro que se lo confiesa para que se lo cuente a Cersei.
Con la gloriosa muerte de uno de los mejores personajes secundarios de la serie, "The Queen's Justice" finaliza con la segunda victoria de Cersei y nos deja el encuentro entre el fuego y el hielo, que seguramente será fundamental para el futuro de "Game Of Thrones".
9.2/10
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