El abuso sexual a un niño es uno de los actos más repudiables que un ser humano puede cometer y en la mayoría de los casos esos abusos vienen de un pariente o amigo de la familia, que por su cercanía impiden al menor contar o siquiera expresar el calvario por el que esta atravesando incluso sin saberlo por la inocencia de su edad.
Cuando el suceso es confesado por el niño abusado, el abusador generalmente es condenado a prisión aunque lamentablemente en gran cantidad de casos después terminan saliendo, y sólo la condena popular actúa como una especie de justicia secundaria que les impide vivir con la tranquilidad que no merecen.
La palabra de un niño en una situación de ese calibre es imposible de cuestionar, no obstante, ¿qué pasaría si aunque sea en uno de esos casos todo sería producto de una mentira piadosa de una niña sin la capacidad de entender lo que puede generar acusar a un adulto de tocarla imprudentemente?, esta movilizante película danesa titulada originalmente "Jagten" ("The Hunt" en inglés) nos brinda la cruda respuesta.
El contexto moral que constantemente nos plantea es lo más fascinante que tiene el film, es imposible no entender a la familia de la niña "abusada", a sus amigos e incluso a la gente del pueblo reaccionar con violencia tanto verbal como física hacia el profesor de escuela acusado, la condena social que recibe en todos los lados a los que va es lo más lógico que puede pasar.
Sin embargo, lo incómodo de ver para el espectador es cómo el protagonista -siendo completamente inocente- tiene que sufrir situaciones terribles que le van destruyendo poco a poco la vida por completo, hundiéndolo en un abismo de repudio del que sólo puede salir gracias a la inocencia que él sabe tiene en el suceso del cual lo acusan.
Por esos motivos, esta es una película muy complicada de digerir, por momentos es tan dura que duele, y la soberbia interpretación de Mads Mikkelsen como el profesor injustamente acusado es un pilar fundamental para que nos podamos involucrar más profundamente con la historia.
Los únicos detalle negativos que perjudican levemente (aunque no arruinan para nada) al film es por un lado que hay alguna que otra escena que funciona como un golpe bajo demasiado gratuito teniendo en cuenta la acumulación de desgracias que Lucas ya sufre, y hacia el final cuando se alcanza el momento de la resolución, nos introducimos en un desenlace que no es ni tan poderoso ni tan movilizante como todo lo visto anteriormente, aunque reflota con ese maravillosa metáfora que hace honor al título y que sirve para reafirmar a "Jagten" como una de esas películas obligatorias de ver y difíciles de olvidar.
7.9/10
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