Recién graduada de la universidad de ingeniería, Samantha se dirige a visitar el que será su primer edificio de demolición. Una vez en el lugar, Samantha se encuentra con una siniestra realidad que no esperaba encontrar y deberá descubrir el misterio que se oculta tras los muros si quiere salir de ahí con vida.
Vendida como una película de fantasmas más, "Walled In" sí es una película más (ya que no ofrece nada nuevo), pero tampoco tiene fantasmas.
A causa de esto ocurre algo curioso porque si bien tenemos indicios de espíritus (e incluso leves manifestaciones auditivas), el director opta por olvidarse de ellos y centrarse en una historia que se pierde en lugares ridículos.
Es una pena que esto ocurra ya que el viejo edificio era una ubicación perfecta para generar terror, hay algún que otro momento interesante y Mischa Barton hace lo que puede para salvar su actuación.
Destinada a quedar como otra de las tantas producciones de terror que pasan desapercibidas, "Walled In" es una película tan típica y carente de sorpresas, de esas que te la olvidás casi instantáneamente una vez finalizada.
4.5/10
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