lunes, 12 de septiembre de 2011

Funny Games (1997)

Un matrimonio de clase alta -junto a su pequeño hijo- aprovechan las vacaciones y parten para descansar en su lujosa casa ubicada a orillas del lago. Mientras el padre y su hijo se dedican a trabajar en su velero, Anna se dispone a preparar la cena. De repente, el timbre suena y aparece Peter, un joven muy educado que vive en la casa de al lado y que viene a pedir prestados un par de huevos. Anna se los da amablemente, pero el joven no tiene intenciones de retirarse y junto con su compañero de "juegos" se divertirá con la familia que será sometida a las torturas más terribles e inimaginables.

En 1997, el director austriaco Michael Haneke presentó "Funny Games", film que con el pasar de los años se convertiría en una película de culto y en uno de los thrillers psicológicos más perturbadores de los años 90.

El gran mérito del director es contar una historia muy sencilla de una manera absolutamente desesperante, donde el sadismo y la crueldad están presentes de una forma tan realista como impactante.
La película tiene una gran cantidad de escenas que sin la necesidad de recurrir a la violencia explícita, impresionan desde el aspecto psicológico y tienen una efectividad notable a la hora de generar un malestar en quien las vea.

También es muy interesante los momentos en que la historia pasa a contarse desde la perspectiva de uno de los psicópatas, además de aumentar considerablemente la dosis de crueldad, es más que llamativo los guiños que le lanza al espectador para involucrarlo en la sádica historia.
De todas maneras y a pesar de resultar un thriller efectivamente perturbador, "Funny Games" también es una película que tiene un ritmo lento que aunque no la arruina sí la perjudica, y está plagada de planos largos que resultan interminables y que llegan a aburrir en varios momentos.

7.7/10

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