Tommy vive atormentado pensando que Jason Voorhees no está muerto y decide profanar su tumba para comprobar que el cadáver del asesino esté ahí. Desafortunadamente, Jason vuelve a la vida después de que un rayo revive su putrefacto cuerpo y comienza una nueva matanza en el Crystal Lake.
Intentando rescatar la franquicia que casi toca fondo con una desastrosa quinta parte, "Friday The 13th Part 6: Jason Lives" es -nunca mejor dicho- la resurrección que necesitaba esta mítica saga, necesaria para dejar en el olvido a su predecesora y reafirmar al sanguinario Jason que regresa en su mejor estado.
Eso no quiere decir que esta sexta parte sea una película de terror novedosa ni nada por el estilo, contrariamente, es exactamente más de lo mismo que las entregas previas brindaron, aunque el mérito radica en que ese más de lo mismo sea tan entretenido y sangriento como uno se lo puede esperar.
Es así como desde esa insólita secuencia donde Jason revive después de que un rayo lo regresa a la vida, que el estigmático asesino comienza una nueva masacre donde sus víctimas comienzan a caer bajo su afilado machete, y prácticamente bajo cualquier cosa que Jason tenga a su alcance y que le sirva para sumar un nuevo muerto a sus interminable lista.
Gracias a ese sangriento regreso que literalmente sirve para devolverle a Jason el prestigio que durante un año perdió por culpa de esa olvidable quinta parte, "Friday The 13th: Jason Lives" es una secuela que tiene todos y cada uno de los elementos necesarios para conformarse como una de las mejores secuelas de esta inolvidable saga.
7.8/10
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