domingo, 24 de agosto de 2014

Rampage: Capital Punishment (2014)

Tras 2 años escondiéndose de la policía, el asesino Bill Williamson reaparece tomando una estación de TV con todos sus trabajadores como rehenes. Con el objetivo de transmitir a todo el país su desprecio contra el sistema y contra los ricos, Ben decide transmitir su mensaje de la forma más violenta buscando lograr un cambio.

Hace 5 años, Uwe Boll, considerado por muchos como el peor director de la historia, sorprendía brindando una película decente y por ende superior a todas y cada una de sus producciones anteriores.

Gracias a la buena repercusión y a un final abierto que dejaba lugar para continuarse, "Rampage" tuvo su merecida secuela, que sorprendentemente no sólo es mejor que la anterior, sino que incluso se puede decir que es una película buena (algo insólito considerando los antecedentes de su director).
El mayor mérito de esta segunda parte es esa brutal y totalmente coherente crítica que el asesino hace contra el sistema norteamericano, tengo que admitir que no esperaba encontrarme con tantas verdades dichas de una manera tan clara, pero por más irónico que suene, todas y cada una de las palabras que Bill tiene contra el gobierno -haciendo alusión a las guerras de las que USA es responsable de iniciar o a la desigualdad social que se vive en el país- son indiscutibles realidades que pocos se animan a pronunciar de esa forma.

Más allá del explícito mensaje que se transmite y con el cual no será difícil estar de acuerdo, el film tiene -como en la anterior- una masacre donde perecen decenas y decenas de personas bajo las armas del asesino con la armadura de kevlar.
Por todos estos motivos que incluso permiten disimular varias fallas habituales de encontrar en las producciones de este director, "Rampage: Capital Punishment" es una película que supera a su predecesora siguiendo el mismo camino, pero llendo varios pasos adelante al lograr transmitir un mensaje que no está nada errado.

7.2/10

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