Un adinerado coleccionista, su novia y una arqueóloga se adentran con un grupo de soldados en la selva de Indonesia para buscar el oro de los Yamashita. Pero al ser atacados por guerrilleros, se refugian dentro de una mina que queda sellada y caminando en busca de una salida, se dan cuenta de que se encuentran en un búnker de la Segunda Guerra Mundial donde todavía habitan terribles monstruos.
"Dead Mine" es una de esas películas de serie B hechas sin muchas más pretensiones que hacerte pasar un buen rato contando una historia de terror no tan original pero sí muy interesante.
Y hay que decir que pese a sus varias limitaciones, el film consigue imponerse como una decente producción de bajo presupuesto que tiene más virtudes de lo que cualquiera puede esperarse encontrar.
Una de ellas es la lograda ambientación dentro de las minas indonesias, que ayudan a generar por momentos una leve claustrofobia que se intensifica con la aparición de los monstruos que habitan ahí adentro.
También otro acierto es la siniestra sorpresa que aguarda tras esa enorme puerta que se abre hacia el último cuarto de la película, y que esconde unos monstruos (que son una mezcla entre el Gólem y Depredador) sanguinarios e implacables a la hora de matar.
Lejos de ser una obra maestra o algo que será recordado, "Dead Mine" es simplemente una más que aceptable propuesta de serie B que nunca pretende ser más de lo que es y que consigue brindar todo lo que promete desde su sinopsis.
6.7/10
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