Drácula: Mar de sangre (2023)

1897. El navío Demeter es contratado para trasladar 24 cajas de madera de Carpatia a Londres. En medio del mar y con la llegada de la noche, la tripulación comienza a sufrir extraños ataques al que no pueden encontrarles una explicación, llevando a bordo a un sanguinario pasajero que no está dispuestos a dejarlos bajar con vida.

Llegando después del tropezón de "Renfield" para ratificar que el 2023 no es el año de Drácula económicamente hablando, "The Last Voyage of the Demeter" es lo que podríamos llamar un injusto fracaso.

Podemos pensar en muchos motivos por los cuales la película está pasando desapercibida y en su escasa campaña publicitaria tal vez encontremos una de las razones, no obstante, es mejor centrarse en las virtudes que hacen al film más que recomendable de descubrir.

Adaptando uno de los capítulos de la emblemática novela de Bram Stoker, "The Last Voyage of the Demeter" nos lleva a bordo del navío en el que Drácula viaja para llegar a Londres y en el cual -como bien sabemos- desata una auténtica carnicería.

Una cuidada ambientación de época, sólidas actuaciones y buen manejo del suspenso hacen al film una especie de "Alien" a bordo de un barco, sin obviamente el factor sorpresa pero con una más que lograda efectividad.

Despojando a Drácula de aquella elegancia e incluso belleza que muchas producciones le brindan, el aspecto del monstruo se asemeja más a aquel recordado Nosferatu y su naturaleza es básicamente la de un animal salvaje con el agregado de la inteligencia a la hora de la cacería.

Si bien se podría haber empleado una mayor creatividad en cuanto a las muertes y pese a caer en ciertas fallas argumentales, "The Last Voyage of the Demeter" es un fracaso de lo más injusto que se ha visto recientemente, realizándose como una más que lograda película de terror que nos invita a una bestial pesadilla en alta mar con el vampiro más famoso del cine como principal cazador.

8.5/10