Al morir su padre cuando era niño en una misión secreta, Egsie crece convirtiéndose en un joven problemático y sin futuro. Cuando se mete en un problema mucho más grande, el joven le pide ayuda a un compañero de su padre, quien lo saca de la cárcel y al ver potencial en él, decide llevarlo al lugar secreto donde los agentes especiales se someten a un riguroso entrenamiento. Decidido a convertirse en un Kingsman, Egsie se enfrentará a unos duros competidores para tener el privilegio de pertenecer a ese exclusivo servicio, mientras tanto, un malvado magnate lleva a cabo un plan para crear un mundo nuevo eliminando a la gente que considera no merece vivir en él.
Entre James Bond, Jason Bourne y las tantas imitaciones que ambos personajes despertaron, las películas de espías fueron perdiendo su atractivo en los últimos años, dedicándose a repetir la misma fórmula y no arriesgándose a explorar nuevos terrenos.
Consciente de eso, Matthew Vaughn, quien ya había brindado un punto de vista alternativo al cine de superhéroes con "Kick Ass", hace lo mismo dentro del cine de espías a través de esta fantástica "Kingsman: The Secret Service".
Pese a que la historia no es nada nuevo e incluso cae en varios clichés, la frescura, la diversión y sobre todo ese delirante uso de la violencia que su director utiliza, es lo que la diferencia de las demás junto con varios ingeniosos detalles agregados con una impecable precisión.
Esto da lugar a un par de secuencias que tienen todo para ser memorables: la bestial escena que tiene lugar en la iglesia, llevada adelante por un soberbio Colin Firth quien sin dudas interpreta al personaje más valioso de la película, es un contundente ejemplo de esto.
Ni hablar de ese intenso clímax final que -nunca mejor dicho- es un auténtico espectáculo de fuegos artificiales, decorado por una desquiciada brutalidad agregada por las decenas de explosiones y envuelta por unos gags exquisitos colocados en los momentos ideales.
Únicamente por ese memorable desenlace que es una patada directa a la mayoría de las superproducciones hollywoodenses que no se animan a salirse del lugar de confort, "Kingsman: The Secret Service" es (y seguramente seguirá siendo al terminar el año) una de las mejores películas comerciales estrenadas en este 2015, y una resurrección de calidad del cine de espías.
8.8/10
De lo mejor que he visto en el año, solo star wars 7 puede superarla, pero le sera difícil.
ResponderBorrarcrei que iba a ser una parodia de james bond y vaya sorpresa me encontre, enorme película de espias, grandes personajes y violencia de la buena. 10!!
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