domingo, 12 de marzo de 2017

Cincuenta sombras más oscuras (2017)

Christian Grey se siente desolado al ser abandonado por Anastasia Steele. Decidido a volver con ella, el millonario le propone un tentador acuerdo que Ana termina aceptando. Sin embargo, dos mujeres del pasado de Christian aparecen decididas a arruinar el futuro de la pareja.

2 años después y con 571 millones de razones para continuar la franquicia, "Fifty Shades Darker" llega para ampliar las aventuras sexuales del misógino millonario y la sumisa sin dignidad.

Pese al cambio de director y la imposición de E.L. James para colocar a su marido como guionista, esta secuela es casi tan lamentable como su predecesora y comete todos y cada uno de los errores anteriormente realizados.
Escenas sexuales sin el mínimo rastro de erotismo, dramatismo artificial y diálogos ridículos, personajes que no se sabe para qué están y una desagradable ponderación del machismo.

Si en la anterior se mostraba a Grey como un sadomasoquista que aplicaba su control en la intimidad y bajo el absurdo contrato que le hacía firmar a sus sumisas, acá se expande su perversión y se convierte en un controlador que cree que una mujer es un objeto del cual puede tomar posesión, prohibiéndole que haga cosas a no ser que sean aprobadas por él.
Igual de penoso es el personaje de Anastasia, todo el tiempo se trata de ilustrar que es una mujer independiente y no faltan sus negativas a las propuestas del millonario. Negativas que duran segundos ya que al instante cede a degradarse como el objeto fetichista en el que Grey quiere convertirla, además de justificar el sadismo de su amado simplemente por tener un pasado difícil.

Con este denigrante mensaje machista impuesto con total desvergüenza, el resto de la historia se construye con las frías secuencias ¿eróticas? antes mencionadas, más misoginia, más dominación, la aparición de un par de juguetes sexuales, más muestras de la impunidad que brinda el dinero y uno de los pocos instantes medianamente "decentes" entregado por Kim Basinger, quien -incluso irreconocible por el botox- interpreta al único personaje interesante.
Faltando una entrega para que esta deplorable saga llegue a su fin, "Fifty Shades Darker" es una segunda parte que nada tiene que envidiarle a la anterior ya que es tan nefasta como ella, e incluso algo más tóxica ya que se empeña en imponer un mensaje machista digno de la época medieval.

2.4/10

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