Nade puede desprestigiar a Woody Allen como director, una carrera repleta de películas memorables y éxitos comerciales abalan a un realizador que para muchos es uno de los mejores de la historia.
Muy distinta, sin embargo, es su reputación personal la cual viene siendo cuestionada desde hace años y más que nunca está en boca de la opinión pública.
Pese a las fuertes acusaciones de abuso de su hija Dylan Farrow que lo denuncia desde hace años por abusarla sexualmente, la carrera de Allen nunca había sufrido daños directos, los actores más prestigiosos de Hollywood continuaban trabajando a su lado y sus películas se estrenaban anualmente sin problemas.
Pero con el movimiento #MeToo más latente que nunca, el director enfrenta por primera vez en casi 40 años la posibilidad de no estrenar ninguna película ya que "A Rainy Day in New York" sigue postergándose y se cree nunca se estrenará en los cines.
Amazon, la productora detrás del film, muestra con esta medida su preocupación por la repercusión negativa que el boicot hacia Allen puede tener en la taquilla, sin mencionar el hecho de que cada vez son menos los productores dispuestos a financiar un proyecto del antes respetado realizador.
Sus últimas películas lejos estuvieron de repetir el éxito que tantas de su trayectoria tuvieron, "A Rainy Day in New York" fue realizada hace dos años, pero el #MeToo la alcanzó con tanta fuerza que incluso dos de sus protagonistas (Rebecca Hall y Timothée Chalamet) expresaron su arrepentimiento por trabajar con Allen, agregando que donarían su sueldo producto del film a entidades benéficas.
Se desconoce por el momento cuál será el destino de la película, la carrera de Woody Allen, por otro lado, parece acercarse hacia un punto sin retorno al que un admirado director está llegando por culpa de las acusaciones que pesan sobre su persona, las cuales cada vez más personas creen son ciertas.
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