Tras el suicidio de su marido y la pérdida del hijo que estaba esperando, Peyton se convierte en una mujer resentida que sólo piensa en vengarse de la mujer que ella cree responsable de arruinar su vida. Para ello decide entrar en la casa de los Bartel como niñera de sus dos hijos y así lentamente ir destruyendo a Claire, causándole el mismo e incluso más dolor del que ella sintió.
Las niñeras siempre han sido retratadas en el cine como personas amables y simpáticas, encargadas de cuidar a los hijos de los padres que no tienen tiempo de ocuparse de ellos e incluso muchas veces se convierten en un miembro más de la familia.
Muchos (y especialmente muchas madres) empezaron a mirar a su niñera con desconfianza después de la aparición de este excelente thriller psicológico llamado "The Hand That Rocks the Cradle" donde nos muestran hasta qué extremos puede llegar una mujer con tal de llevar a cabo su venganza.
Con una efectiva mezcla de intriga y suspenso, la película desarrolla una historia muy bien construida que te mantiene atrapado de principio a fin.
Junto con una sólida dirección y un guión igual de consistente, el mayor mérito viene por el lado de Rebecca De Mornay que interpreta de una manera fantástica a la vengativa Peyton, cargándose la historia a los hombros y protagonizando las mejores escenas del film.
Así ya sea tratando de acostumbrar a los hijos de Claire a que la vean como su madre, seduciendo al marido de esta última para hacerlo pecar, amenazando al pobre Salomon o llevando a cabos toda clase de planes malvados para finalmente obtener su venganza, la maligna niñera es el alma de la película y solo ella es motivo suficiente para justificar su visionado, y a su vez consagrar a "The Hand That Rocks the Cradle" como uno de los thrillers psicológicos más emblemáticos de los 90.
9.5/10
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